viernes, 9 de enero de 2009

Hoy Nos Cuenta: Biblioteca Infantil Había Una Vez

La biblioteca funcionó en Munro, en la Avenida Ader, desde 1996 hasta el 2000. En esos años, se asociaron 44 chicos. Participamos en una exposición en un jardín de infantes, fuimos de visita a varios jardines y recibíamos habitualmente a los chicos de un comedor escolar.
Aunque se formaron varios grupos de talleres de escritura, ninguno llegó a durar un año completo.
Entre el 2001 y el 2006 la biblioteca funcionó en Villa Ballester, en el Pasaje Esmeralda. En esos años se asociaron 29 chicos, 15 de los cuales participaron en talleres de escritura creativa durante todo un año. Así la biblioteca logró publicar 7 libros artesanales con las producciones de los chicos, varios de ellos ilustrados por los propios autores. Participamos en dos maratones de lectura, recibimos la visita de 5 jardines de infantes y fuimos a visitar 2 jardines y 2 hogares de niños.
Fue la época de oro de la biblioteca por la constancia de los chicos participantes, por la cantidad de libros que leían por año y por el entusiasmo con el que participaban en los talleres de escritura.
La biblioteca abrió sus puertas en la sede actual en marzo del 2007. En ese año se realizaron 25 reuniones gratuitas a las que concurrieron, durante todo el año, 25 chicos acompañados por 6 adultos. Hubo un solo socio durante tres meses y no se pudo formar ningún taller de escritura.
Participamos en la Maratón Nacional de Lectura.
Balance del año 2008
Durante este año que acaba de finalizar realizamos 29 reuniones gratuitas, 10 de ellas con actividades especiales, talleres, concursos y premios para los chicos participantes. A ellas concurrieron, en el transcurso del año, 46 chicos y 17 adultos.
Participamos en la Fiesta Provincial de Lectura y en la Maratón Nacional de Lectura.
Estuvimos, con algunos de nuestros libros, en dos exposiciones organizadas por Cultura de Vicente López: Fiesta Provincial de la Lectura y Libruras.
Fuimos a leer cuentos a dos escuelas: EPB Nº31 y EPB Nº33.
Creamos el blog de la biblioteca. Les recuerdo la dirección: www.biblioteca-habiaunavez.blogspot.com
Tuve muchos ayudantes: mis hijos que participaron en casi todos los eventos especiales, Fabiana Dos Santos que me ayudó muchas veces a leer en voz alta y que trajo muchos chicos nuevos a las reuniones, Adrián Otero que me llevó (a mí y a los libros) en su auto a las exposiciones, Luisa Salgado que vino dos veces a leer cuentos.Y, por supuesto, Silvia Pérsico, Martín y toda la gente de Cultura de Vicente López que me permitió difundir mi trabajo. A todos ellos muchísimas gracias.
Hasta acá las cosas positivas.
Pero, en todo balance, hay que ver también los aspectos negativos.
El peor momento fue cuando dos niñas que recibí en la biblioteca con los brazos abiertos, como a todo nuevo visitante, traicionaron mi confianza robándome una cámara digital que acababan de regalarme mis hijos por mi cumpleaños...
También fueron muy decepcionantes los tres viernes que me quedé de brazos cruzados esperando que alguien viniera a la biblioteca.
Y la actitud de muchos alumnos con problemas en lengua, y de sus padres, por supuesto, quienes, a pesar de mis consejos, no vinieron nunca a las reuniones de la biblioteca o lo hicieron una sola vez.
Tampoco pude formar un taller de escritura creativa, que es una de las cosas que más me gusta hacer: enseñarles a los chicos a soltar su imaginación, a plasmar por escrito sus sueños y ambiciones, a sentirse orgullosos de ver sus escritos publicados en un libro...
Y la última decepción es la falta de socios pues solamente se asociaron dos chicos durante un solo mes.
Quiero que todos sepan que el dinero de las cuotas de los socios siempre lo usé para comprar libros. De todas maneras, siempre gastaba más de lo que recaudaba, creo que un solo año logré equilibrar las dos cosas.
Durante el 2007 compré 161 libros y durante 2008 adquirí 177. Comparando lo que pagaron esos dos socios más lo que me dieron en una de las escuelas que visité, con lo que gasté en libros, resulta que lo que recaudé representa apenas el 6% de lo que gasté, y eso sin contar los libros que regalé como premios, las fotocopias y otros gastos pequeños.
No quiero hacer un negocio de la biblioteca. Nunca fue ésa mi intención. Un última dato: lo que gasté en libros para la biblioteca el año pasado representa la tercera parte de lo que gané con mis alumnos. No me parece justo que, además de trabajar gratis 3 horas una vez por semana, tenga que sacar dinero de mis ganancias particulares para poder seguir adelante con este proyecto de acercar la lectura de textos literarios a los chicos del barrio. ¿Qué tengo que hacer? ¿Cobrar una entrada mínima a cada persona que venga a la biblioteca? No sé lo que estarán cobrando actualmente por alquilar una película en DVD, pero, seguramente, es casi lo mismo que lo que sale asociarse a la biblioteca durante todo un mes.
Piensen en todo esto. No quiero optar entre no comprar más libros o usar mi dinero para comprar otras cosas que necesito.
Una biblioteca necesita crecer, necesita que sus estantes, cada tanto, resulten chicos y haya que colocar algunos nuevos. Los libros necesitan multiplicarse, y también necesitan viajar. No se puede leer un libro entero en un par de horas. Los libros quieren ir a las casas de los chicos, quieren ser leídos a la noche, cuando el lector ya está dentro de su cama, y dormir en su mesa de luz...
¿Es tanto sacrificio pagar $10 por mes para que nuestros hijos tengan todas las semanas un libro nuevo para leer, o para que les leamos, todas las noches?
¡Si supieran cuánto me entusiasmo cuando compro un libro que sé que es excelente por su texto o sus ilustraciones! Puedo leer en la biblioteca los cuentos para los más chicos, pero ¿qué pasa con las novelas? En el 2007 estuve casi todo el año leyendo en voz alta “Las brujas” de Roald Dahl; en el 2008 empecé a leer uno de los Harry Potter, pero desistí cuando me di cuenta de que no bastaban todas las reuniones del año para terminarlo. En cambio, si los chicos se llevaran esos libros a su casa, podrían leerlos enteros. Aunque tardaran más de una semana, o más de un mes. Eso no tiene importancia, porque el préstamo se puede renovar.
Piensen en todo esto para que en el 2009 el balance sea totalmente positivo.
Pueden ayudar a la biblioteca reenviando este boletín a sus amigos.
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